miércoles, 5 de diciembre de 2007

La ruta jacobea

Las condiciones religiosas y espirituales del occidente europeo durante los primeros siglos del segundo milenio fueron decisivas en el triunfo de un modelo de iglesia ampliamente extendido por todo el mundo medieval cristiano. Nos referimos a la iglesia de peregrinación,en la que se custodiaban y veneraban las reliquias, cuyo culto en el cristianismo se remonta a sus primeros años, ya que eran reconocidas como tales cuando obraban un milagro.

Las reliquias crearon consecuentemente un peregrinaje hacia ellas, dando lugar a un movimiento que se amplifica en el siglo XI con el descubrimiento o invención de nuevos objetos o restos y la potenciación de los lugares ya tradicionales.

Es así como crecen las peregrinaciones a Tierra Santa, a Roma y a Santiago de Compostela, la más popular de todas. Aún cuando la peregrinación es una práctica existente en otras religiones, se convierte en un hecho significativo de la vida cristiana, especialmente durante el periodo románico donde su significación tuvo mayor alcance, hasta el punto de convertirse en un exponente visible de la expresión de la unidad religiosa que habían puesto en marcha emperadores, papas y las principales órdenes religiosas.

Los peregrinos fueron movidos ante todo por el culto a las reliquias, y desde temprano se constituyero como orden, como una categoría especial de cristianos. Seguían los caminos que ofrecían maypres garantías y en tales rutas había hospederías, monasterios, hospitales y todo tipo de establecimientos religiosos útiles para el peregrino. Por ello, las peregrinaciones se convirtieron pronto en el ámbito más idóneo para el desarrollo de una serie de formas y usos artísticos propios de la época donde confluyen las tradiciones y aportaciones mas variadas, cosecuencia de este movimiento de hombres y de ideas que subyace en el fondo de toda ruta de peregrinación.

De todas esas peregrinaciones, la que llevaba a Santiado de Compostela fue la ruta más transitada durante los siglos del Románico a través de una serie de itinerarios plagados de una potente espiritualidad y de un nutrido conjunto de construccioes y de obras artísticas que sintetizan buena parte del sentir religioso de ese periodo.

Se han llegado a establecer hasta cinco rutas que, procedentes de los diferentes puntos del continente, conectaban con la gran arteria de la ruta jacobea que atravesaba la franja norte de la península ibérica hasta llegar a la ciudad donde se encontraba es sepulcro del Apostol Santiago.

La primera de ellas es conocida como la Vía Tolosana, que va desde Arlés a Puente la Reina pasando por Toulouse, era usada por los peregrinos que venían de oriente y de Italia.
La segunda es la Vía Podensis (desde Le Puy). La tercera era la Vía Lemovicensis que tenía su origen en Vezelay, donde se encontraba el centro más importante de esta ruta. La cuarta ruta, la Vía Turonensis, se llamaba así porque pasaba por Tour, aunque su punto de partida era París.



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Era la ruta más larga y por ello fue llamada magnum iter Sancti Jacobi.Por esta ruta circulaban los que venían del norte de Europa, incluidos los ingleses.

Este fenómeno fue el condicionente de la aparición de un tipo de estructura arquitectónica capaz de acoger en su interior a auténticas aglomeraciones humanas.
El esquema característico de estas iglesias estaba basado en una perfecta simbiosis de dos de sus elementos esenciales, es decir, la nave y la cabecera, cuya combinación dará lugar a la variedad infinita de iglesias románicas, demostrando cada una de ellas laadaptabilidad del estilo a cada circunstancia espacio-temporal determinada. En ellas sería frecuente enontrar un predominio de la planta longitudinal de cruz latina, cuyo brazo mayor es rectangular, dividido en distintos tramos o secciones, que determinan una nave central y dos o cuatro naves laterales, a menudo de menor altura y anchura que la central, cuya comunicación se hace por medio de grandes arcadas sobre pilares o columnas, sobre las que se abren ventanas u otras estacias.
El acceso al brazo mayor se realiza por una o varias puertas que pueden ir precedidas de porches, galerias porticadas o nártex, cuya significación los convertía en el espacio idóneo para la congregación de los catecúmenos.

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