Balduíno de Borg (1081-c.1151) o Balduíno II de Jerusalén, Conde de Edesa (1103-1130), Conde de Rethel (1114-1151), Rey de Jerusalén (1130-1151) y caballero del Santo Sepulcro.

Criado en Aquisgrán, recibió merced a su tío una rudimentaria educación basada en el trivium, mientras se preparaba para sus menesteres como sucesor del condado de Rethel. Sin embargo, interrumpió pronto esta educación, que debió completar a lo largo de su vida merced a sus amistades en los círculos monásticos de Francia, ya que marchó a la Primera Cruzada en compañía de sus primos Godofredo de Bouillon y Balduino de Boulogne. A sus 14 años, ejerció como paje y escudero de su primo Balduino, participando en la marcha de Anatolia, el sitio de Antioquía y la campaña que culminaría con la toma de Jerusalén. A sus 18 años, Balduíno fue ordenado caballero del Santo Sepulcro por su primo, el ya rey Godofredo (lo que le convertía en uno de los 50 caballeros fundadores). Había recibido un profundo entrenamiento militar durante estas campañas, y según las crónicas, era capaz de nadar con su arnés completo y se le conocía gran destreza en el manejo de las armas, por lo que sería apodado "Balduíno el valeroso".

En 1110, se casó con Morfia de Metelline, hija del príncipe armenio Gabriel de Metelline, y juntos tuvieron su primer hijo, Balduíno, en 1112. Por esta fecha, recibe la nueva de la muerte de su padre, Hugo, y parte a Francia con su esposa e hijo, dejando a su hermano Gervasio como regente, con el obispo de Edesa como consejero. En Aquisgrán, recibe de su madre el título de conde de Rethel. Dado el período de paz en Tierra Santa que precedía al ataque selyúcida y la proclama de la Segunda Cruzada, residió en Aquisgrán junto a su esposa. En esta etapa, Balduino empleó gran parte de su creciente erario en favorecer las artes en el reinado de Luis VI el Gordo, iniciando su famosa colección de pintura en el palacio de su familia y financiando la construcción del monasterio de Fontenay, lo cual le acercó a Bernardo de Claraval. Maravillado por la espiritualidad del monje del Císter, inició una etapa de reflexión religiosa profunda y de cierta melancolía, que tuvo como punto álgido la muerte de su madre en 1127 y el anuncio de Joscelio de Courtenay acerca de la enfermedad y vejez de su primo el rey Balduíno I de Jerusalén.

Asi pues, se preparó para el viaje de vuelta a Tierra Santa, en compañía de su mujer, para reclamar su derecho al trono con el apoyo de Joscelio. No obstante, antes iniciría la peregrinación a Santiago de Compostela tras una breve entrevista con Bernardo de Claraval. A su regreso a Francia, iniciaría su singladura a Tierra Santa, donde a la muerte de su primo sería coronado rey de Jerusalén como Balduino II.
(Biografía parcialmente ficticia)
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